Han pasado varias horas. Vicky y yo
hemos dormido bajo los afectos de las drogas. Nuestra primera noche juntos. La
llamo y comienza a despertarse. Le digo que siento haberla metido es este lío.
No le importa, hubiera llegada hasta aquí tarde o temprano, siguiendo alguna
pista del caso Jonhs. Pero sin mi intervención, Maxwell no hubiera quedado al
descubierto, y ahora lo buscan por todas partes.
Aparecen los enfermeros, seguidos de
Maxwell. Van directos hacia Vicky. Sostienen varias bandejas de aluminio, que
depositan en una mesita junto a la camilla donde Vicky permanece inmovilizada.
Cogen varios tubos de ensayo y jeringuillas. Vicky comienza a gritar. No les
importan. Clavan agujas en sus brazos. Vicky se desmaya. El hielo aumenta a mi
alrededor.
Pasa un rato. Maxwell ha regresado
para comprobar el proceso. Me mira sonriente. Me dice que ya no podremos estar
juntos: si sale bien la prueba, Vicky tendrá el poder del calor, y seremos
incompatibles. ¡Qué malvado, Maxwell! Se merece el infierno. Si no puedo estar
con Vicky, me da todo igual. Voy a acabar con él.
Dos horas más, que se me han hecho
eternas. Vicky por fin despierta. Aún no sabe qué le han hecho. Parece estar
bien. No me atrevo a decirle nada, pero tendrá que saberlo tarde o temprano.
Quizás se lo diga Maxwell y me ahorro el papelón. Vicky me mira y sonríe.
No sé por qué sonríe; debería estar
dolorida. Me dice que ya sabe que le ha pasado; se hacía la dormida y ha
escuchado todo lo que Maxwell ha dicho, y después ha perdido el sentido. Ella
también quiere acabar con él.
Maxwell
regresa con nosotros. Van a dejarnos sueltos en una cámara acorazada, para que
nuestra incompatibilidad se manifieste el más fuerte prevalezca y acabe con el
otro. Es cuestión de horas. Quieren probar nuestras fuerzas, ver cuál de
nosotros es más potente y aplicar a sus hombres el resultado. Nos enfrentarán,
uno morirá en la pugna, y al otro lo eliminarán para después actuar
impunemente. Maxwell dice que tiene una larga lista de clientes entre numerosos
delincuentes internacionales, interesados en probar esos poderes.
Sticen Peláez & Josep Pradas
Continuará...