"Durante
la travesía aprendí los rudimentos básicos de la navegación. He de decir que
con el tiempo, el capitán Blacklord acabó tomándome bajo su protección,
tomándome como un hijo. Se encariñó conmigo y dedicó mucho tiempo a enseñarme
el uso de las armas de piratería: espadas, dagas, mosquetes, arcabuces,
cañones, pistolones y pistoletas, el arpón, alabardas, bayonetas, hachas y
garfios de abordaje, espontones (que son largas lanzas, de unos dos metros),
chuzos (lazas más cortas con la punta redondeada), etc."
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