Vamos a liberarnos de nuestros
poderes, pero es necesario salir antes de aquí. Maxwell queda atrás,
arrastrándose entre quejidos. Capto una mirada furtiva hacia una puerta. Quizás
aún guarda algún secreto. La cruzamos. Es un despacho tradicional, con
estanterías, armarios de archivo, mesa de escritorio, butaca de cuero, cuadro
en la pared. Lo aparto de un golpe. Detrás hay una caja fuerte. La toco y
revienta por el intenso frío que le transmito. La abro. Dentro hay montones de
billetes. Cojo todos los que puedo, aunque se me quedan congelados en las
manos. Salgo. Vicky me espera al otro lado del pasillo.
Vamos juntos hacia unas escaleras.
Subimos. Suponemos que estamos en el subsuelo, así que debemos subir para
alcanzar el nivel de la calle. Después de varios pisos vemos una salida hacia
el parking. Cruzamos. Debemos robar un coche. Ya es el momento de tomar el
antídoto. Nos paramos, uno frente al otro. Bebemos los dos a la vez.
Estoy en el suelo, mareado. Vicky
apenas respira, sangra por los ojos. Agoniza. Maxwell nos la ha jugado. Nos ha
dado los frascos cambiados. Nos miramos por última vez.
FIN
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